Me apuesto el culo —literalmente— a que alguna vez has escuchado esta frase:
“Cariño, ¿cuándo me vas a dejar probar por detrás?”
Y da igual si eres mujer, hombre, persona no binaria, unicornio o mandarina con glitter. Porque el sexo anal no tiene género, y gozar por el culo es un derecho universal. De hecho, te suelto el primer dato: es la tercera práctica sexual más común en España.
¿Que tú no estás en esa estadística? Quizá no todavía. Pero si estás leyendo esto, es que tu curiosidad ya te tiene el esfínter guiñando un ojo.
Así que vamos a hablar claro, sin eufemismos, sin mitos, y sin tabúes. Este post es una guía sin anestesia sobre cómo disfrutar del sexo anal sin dolor, sin vergüenza y con mucho placer. Empezamos por el principio… aunque el culo esté al final.

¿sexo anal para todes? el culo como zona de placer
Vamos a desmontar un par de ideas muy 2001:
No, el culo no es solo un agujero de salida.
No, no te haces gay por disfrutarlo. Ser gay es algo bastante más interesante y no se pega por vía rectal.
Y no, a todas las mujeres no nos encanta automáticamente. Y sí, puede doler si se hace mal.
El sexo anal requiere información, tiempo, respeto y lubricante a chorros. Y sobre todo: cero prisas y muchas ganas de explorar. Que no te pase como al cromañón que entra en mi tienda y pregunta si con saliva ya vale.
Spoiler: NO VALE.
Todes tenemos ano pero como un surtido de donuts: distintos, únicos y salvajes
lola dacosta
Conociendo tu culo: un poco de anatomía anal
Antes de jugar con él, conoce tu culo. Literal.
El ano tiene dos esfínteres y entre ellos la ampolla anal. Esta es la zona que debes lavar con una pera anal
El esfínter externo, que puedes controlar (como cuando aguantas un pedo).
El esfínter interno, que es involuntario. Él decide cuándo se abre… o no.
Y entre ambos está la ampolla rectal, que actúa como sala de espera. Todo eso es músculo, piel y mucosa: una zona erógena llena de terminaciones nerviosas. No tiene lubricación natural, pero tiene potencial para orgasmos alucinantes si se trabaja bien.
¿Sexo anal sin dolor? Sí, pero con preparación
La clave para un sexo anal placentero es esta trilogía:
👉 Orden, limpieza y cariño.
Y por si no quedó claro: el sexo anal no es obligatorio. Ni siquiera si te lo han vendido como “lo que hacen todas”. Si no quieres, NO. Y si lo haces, que sea con alguien a quien puedas decirle “¡frena!” sin miedo.
Los 4 básicos del sexo anal que nadie te enseñó
1. Limpieza anal: adiós al miedo al “accidente”
Uno de los mayores frenos para disfrutar es este pensamiento:
¿Y si está sucio? ¿Y si huele mal? ¿Y si se me escapa algo?
Spoiler: con una buena limpieza eso no pasa. Y no necesitas un lavado profundo nivel hospital. Con una pera anal es más que suficiente.
¿Cómo se usa?
Llenas la pera con agua tibia.
Te sientas en el váter.
Introduces suavemente el pitorro en el ano.
Aprietas.
Notas que se llena. Esperas. Expulsas.
Repite entre 3 y 4 veces s
Listo. Culo fresco y sin dramas.
2. La comida importa (no seas el del mexicano)
Historia real: cliente que vino con cara de susto porque se le ocurrió experimentar después de cenar en un mexicano. Error de principiante.
Consejo: come ligero y con fibra 24-48 horas antes. Frutas, verdura, arroz integral. Evita fritos, alcohol, ultraprocesados. El intestino te lo agradecerá, y tú también cuando estés con las piernas en alto.
3. Autoexploración: antes de abrir, conoce tu puerta trasera
El mejor momento para explorar tu ano es contigo mismx, en la ducha, con calma. Prueba a acariciarlo, a introducir un dedo (lubricado siempre), o un plug anal pequeño.
Esto te quita el miedo, te familiariza con la sensación y te permite reconocer tu ritmo. Recuerda: el ano no está diseñado para recibir, pero sí para disfrutar, si se hace bien.
Y por favor: no uses botes, cepillos, ni tapones de rotulador. Las urgencias están llenas de “accidentes decorativos”.
4. Lubricación: la reina del sexo anal
El ano no lubrica por sí solo. Así que si no hay lubricante, lo vas a pasar como el culo (pero mal).
Necesitas un buen lubricante híbrido (agua + silicona), o uno 100% de silicona si buscas deslizamiento largo.
Y si hay tensión, nervios o miedo al dolor, puedes usar un relajante anal en spray, que suaviza los esfínteres sin anestesiar la zona (porque si no sientes, no puedes disfrutar ni parar si algo va mal).
RELAJANTE ANAL
Técnica punky para sexo anal con placer
La postura del perrito es la más vista en porno. Pero recuerda: el porno es una película de ficción. No todo lo que se ve es realista, cómodo ni placentero.
¿Mi consejo? Dale la cara a quien te da por culo.
Prueba esta postura:
Túmbate boca arriba.
Pon una almohada bajo la cadera para elevar la pelvis.
Sube las piernas y apóyalas en los hombros de tu pareja.
Tú controlas la profundidad y el ritmo.
Primero empieza con un plug o una barita de dilatación, como la mítica “barita de Gandalf” que tengo en tienda (cristal irrompible, sin poros y sin riesgo de bacterias).
Dilatación anal: tu nuevo mantra
No empieces metiendo un pene ni un strapon tamaño XL. Primero hay que dilatar, preparar los músculos, calmar el sistema nervioso y que el esfínter confíe.
Ve paso a paso:
Explora con dedo.
Luego plug pequeño.
Luego plug mediano.
Y si todo va bien… más.
Tómatelo como un ritual erótico, no como una carrera olímpica. Con tiempo, placer y cero presión.
¿Se puede tener un orgasmo anal?
Sí. Y de los buenos.
El orgasmo anal puede ser:
Por estimulación directa del ano (esfínteres).
Por estimulación del punto P (en el caso de personas con próstata).
Por estimulación indirecta del clítoris o del punto G, gracias al roce interno.
Pero no siempre llega en la primera vez, ni es obligatorio. Disfruta de lo que el cuerpo te dé, sin expectativas rígidas.
Juguetes para el sexo anal: tu kit básico
✅ Pera anal: para limpieza y tranquilidad. a tienes aquí
✅ Lubricante híbrido o de silicona: sin esto, ni lo intentes. Aquí
✅ Relajante anal en spray o gel: si hay tensión, ayuda mucho. Aquí
✅ Plug anal o dilatadores: empezar de menos a más. Aquí
✅ cristal: para exploración profunda, segura y limpia. Aquí
Todo lo que va al culo, debe tener base ancha o tope de seguridad. No seas leyenda urbana en urgencias.
Reglas de oro para el sexo anal consciente
Comunicación brutalmente honesta.
Lubricante hasta en el alma.
Nada de prisas ni presión.
Conoce tu cuerpo primero, luego el de otrxs.
Respeto, humor y complicidad.
Conclusión: el sexo anal es un arte… y se aprende
Cada culo es un mundo. Cada pareja, otra galaxia. El sexo anal es como el vino bueno: mejora con la práctica, el conocimiento y las ganas de disfrutar.
No es para todo el mundo. No es obligatorio. Pero puede ser un fiestón.
Así que si te apetece explorar por detrás, hazlo bien, hazlo seguro y hazlo con gusto. Y si necesitas lubricantes, juguetes, consejos o una charla cara a cara, ya sabes dónde estoy: en mi tienda, en el podcast, o en el coño de internet
One Comment
Hola, Lola. Me llamo luis Ignacio. Estuve el lunes comprando un consolador anal, con mando a distancia. Me encantaría seguir iniciándome en la exploración anal, aunque tenga entre comillas cierta experiencia. Es hora de hacerlo bien, disfrutarlo y compartirlo y para eso te necesito como coach sexual. Es hora de poner cara a mis fantasías sexuales, y a mi sexualidad oculta. Esto me da mucho respeto y mucho miedo pero no quiero seguir viviendo mi sexualidad en la oscuridad de mis vergüenzas. Gracias por tu comprensión. Como hablamos, soy algo sumiso, deseo ser dominado por una ama, con limitaciones. Me encantaría iniciarme en el fisting anal, siempre por una mujer, me someto sexualmente a la mujer. Soy fetiche de los pies. No se que más contarte.