Antes de meter posturas, vamos a ubicarnos. El orgasmo cervical no es un unicornio, pero casi. Es un tipo de orgasmo que se origina al estimular el cuello del útero (cérvix), esa zona al fondo de la vagina que, cuando se activa con cariño y presión justa, puede disparar sensaciones profundas, lentas, expansivas… de esas que te dejan en modo zen post-follis.
A diferencia del orgasmo clitoriano (más superficial y directo), el cervical es más interno, emocional, transformador. Algunas personas lo describen como un tsunami lento que recorre todo el cuerpo. Pero cuidado: no todas las personas con vulva lo disfrutan, y forzarlo puede doler o bloquearte. Por eso: explora, no conquistes.
Antes de las posturas: condiciones para que funcione
No hay postura mágica si no hay contexto. Para estimular el cérvix sin drama necesitas:
- Excitación alta: el útero se eleva al excitarte, dejando espacio para una penetración profunda sin dolor.
- Lubricación abundante: natural o artificial, pero sin escatimar. Aquí lo de “resbalar es placer” se hace dogma.
- Respiración consciente y lenta: relaja la pelvis y abre el canal vaginal. Respirar profundo es sexy.
Confianza y tiempo: este no es un polvo de 5 minutos. Esto es un ritual punky de placer.
Las posturas que te llevan al cérvix ( o cerca)
1. Doggy style bien colocado
El clásico perrito, pero con técnica. Nasa de embestidas torpes. Aquí lo importante es el ángulo y la profundidad controlada.
Como se hace?
Colócate a cuatro patas, con la espalda recta. Tu pareja (o tú con un dildo/strap-on) entra desde atrás, controlando la profundidad. Apóyate sobre codos si quieres variar la apertura de la pelvis.
Por qué funciona:
Permite penetración profunda y contacto directo con el fondo vaginal. Si estás muy excitada, el pene o juguete puede rozar el cérvix o el punto A (el antecesor del orgasmo cervical).
Punky tip: Usa un cojín bajo la pelvis para elevarla y afinar el ángulo. Y no empiecen como si esto fuera un videoclip de reggaetón.
2. Técnica de alineación coital ( CAT )
El misionero transformado en técnica avanzada. No es solo meterla y empujar: es alinear pelvis y moverse como un oleaje.
Cómo se hace:
Tú abajo, tu pareja encima, pero en lugar de movimientos de entrada-salida, se presionan las pelvis y se hacen movimientos circulares o de vaivén suave. Más fricción que penetración.
Por qué funciona:
Alinea el pene con el canal vaginal y el clítoris, y permite una presión profunda sostenida sobre el fondo vaginal. Ideal para orgasmos combinados.
Punky tip: Esta postura parece suave, pero puede llevarte al cielo. Pon música lenta, respira profundo y que dure.
3. Reina del ritmo ( versión Lola )
Aquí mandas tú. Y eso ya da morbo. Pero además, puedes controlar el ritmo, la profundidad y el ángulo exacto de la penetración.
Cómo se hace:
Tú encima, tu pareja tumbada. Colócate de frente o de espaldas.Aquina del rí no se trata de velocidad nena, arriba- abajo como si estuvieras llegando a Toledo a caballo. Aquí se trata de que te muevas hacia adelante y atrás, más que arriba y abajo. Busca el ángulo que haga “clic” con el fondo vaginal.
Por qué funciona:
Control total. Puedes modular la penetración y probar distintos ángulos hasta dar con el punto exacto. Si sientes presión en el cérvix, quédate ahí y prueba micro movimientos.
Punky tip: Pon un espejo al lado y mírate. Verte disfrutar también es afrodisíaco.
4. Spreadeagle
Una versión intensa del misionero. Piernas abiertas, pelvis elevada, cuerpo entregado.
Cómo se hace:
Tú tumbada boca arriba, piernas abiertas y elevadas (pueden sujetarse con manos, correas o el borde de la cama). Tu pareja entra desde el frente, controlando la profundidad.
Por qué funciona:
Permite una penetración muy profunda y directa al fondo vaginal. Puede estimular el cérvix o los fórnix (zonas cercanas a él, también muy sensibles).
Punky tip: Si quieres llegar más, pon un cojín bajo la cadera. Cuanto más elevada la pelvis, más recto entra el pene o juguete.
5. El roce infinito ( con arnés o dildo )
Ideal para parejas con vulva que usan juguetes. Permite una presión controlada y muy íntima.
Cómo se hace:
Ambas personas de lado, entrelazando piernas en posición de tijera. Una de ellas usa arnés o dildo para penetrar. Pueden colocarse frente a frente o espalda con pecho.
Por qué funciona:
La penetración en ángulo lateral llega al fondo sin empujar de más. Además, la fricción entre cuerpos genera calor y confianza.
Punky tip: Esta postura pide tiempo y flow. Perfecta para orgasmos lentos, profundos y cargados de conexión.
Juguetes para el roce infinito
¿y si me duele o no siento nada?
Pausa. Respira. El orgasmo cervical no es obligatorio ni universal. Algunas personas lo descubren con los años, otras no lo disfrutan nunca. Y eso también está bien.
¿Te duele? Puede ser porque no estás lo suficientemente excitada, porque tu útero está bajo (por ciclo o tensión), o porque hay alguna condición médica.
¿No sientes nada? Tal vez es cuestión de más conexión, más tiempo, otro ángulo… o simplemente no es tu tipo de orgasmo.
No te compares. No te frustres. La sexualidad es un campo de juego, no una competición.
EXTRAS !
- Bolas chinas antes del acto: tonifican y despiertan el canal vaginal. – MIRA ESTAS.
- Juguetes con movimiento sube y baja como El tulipo, diseñado para estimular fondo vaginal.
- Masajes previos en sacro y pelvis: relajan la zona y aumentan la sensibilidad. Prueba este aceite y flipa!
Conclusión: el orgasmo cervical es un viaje
No todas las autopistas del placer llevan al cérvix, pero si te apetece explorar esa vía, estas posturas pueden ser tu GPS erótico. Recuerda: nada de presión, mucho de placer. Escucha tu cuerpo, comunícate con tu pareja y, sobre todo, gózate tú.
Y si no llegas al orgasmo cervical, pero te das un revolcón de lujo… ¿quién se queja? El placer no se mide en etiquetas, sino en suspiros y risas post polvo.
¿Te ha molado mi guía punk?
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