El sexo no empieza con un beso… ni acaba cuando se corre. Deconstruyamos el sexo. Y la cabeza, ya que estamos.En mi tienda física, una de las preguntas más repetidas es:
¿Cómo excito a mi pareja?
Y lo entiendo. Porque nos han contado toda la vida que “excitar a alguien” es meterle mano hasta que se le ponga dura. Que calentar es una lista de pasos antes de llegar al coito. Que lo importante es que haya penetración y que todo lo demás son “preliminares”.
Pues no. Eso no es excitar. Eso es seguir un guión viejo. Uno que no pone caliente a nadie. Vamos a desmontarlo. Porque el sexo es mágico, coño. Una manera gozosa, brutal y placentera de vibrar contigo y con la otra persona. Compartir, gemir, explorar. Pero ese sexo no es lo que te contaron. Eso que tú llamas “sexo”… se llama encuentro erótico.

Encuentro erótico vs. genitalidad
Cuando dices “sexo” en frío, lo que se te viene a la cabeza es lo que te cuelga entre las piernas.
Genitalidad. La etiqueta que te pusieron al nacer: pene o vulva. Hombre o mujer. Activo o pasiva. Y con eso… nos han hecho creer que excitar a tu pareja es tocarle el pene hasta que se le ponga duro. Que eso es todo. Pero lo que de verdad excita no tiene nombre de aparato reproductor. Lo que nos pone cachondas no son los pasos previos a la penetración. Nos excita el cuerpo, la presencia, la piel, la energía, los detalles.
¿Preliminares? No, gracias
Entiendeme bien; si al juego NO A LA PALABRA. Te han vendido que el sexo empieza cuando hay besos con lengua y termina cuando alguien (spoiler: él ) se corre. Que hay un momento de “calentamiento”, que es todo lo que no sea meterla. Que lo demás son cosas previas, intrascendentes, poco importantes.
¿Preliminares?
El cuerpo no tiene capítulos. No hay un “antes” del sexo. Cada roce ya es encuentro. Cada caricia ya es fuego. Y si no lo es, es que estás fingiendo.
¿Cómo excitar a tu pareja de verdad?
Olvídate del guión porno. El que dice que hay que empezar por el cuello, pasar por las tetas, tocar un poco los huevos y luego meterla como si eso fuera lo importante. El placer no empieza ni acaba en el pene.El cuerpo es mucho más que una pito esperando acción. Aquí empieza la revolución del goce.
Los testículos: las joyas olvidadas
Sí, los testículos. Esas dos joyas que muchas veces se tocan por encima, mal y con prisa. O que directamente se ignoran. Pero resulta que:
Están llenos de terminaciones nerviosas
Tienen tejido sensible como los párpados
- Son capaces de provocar escalofríos brutales si los tocas con respeto, atención y creatividad.
No venimos a sobar como si amasáramos pan. Venimos a provocar placer. A jugar con el ritmo, la textura, el aliento.
Anatomía rápida: ¿qué tienen los huevos?
Los testículos son dos glándulas ovaladas de unos 5 cm, y unos 20 g. Están envueltos por el escroto, una piel finísima que mantiene la temperatura ideal para fabricar esperma. Lo que pocas personas saben es que esta zona tan vulnerable es también una fuente increíble de placer:
Estimular los testículos mejora la circulación
Puede mejorar las erecciones y la cantidad de esperma
Potencia la sensación de conexión y entrega
Y sí: lo que come tu pareja, se nota. El sabor del semen cambia según la alimentación, porque los espermatozoides se alimentan de la célula de Sertoli, que acumula sabores durante su crecimiento (8 semanas).
Técnicas para estimular los testículos (sin cagarla)
🔥 Técnica 1: Las perlas del dragón
Una técnica basada en el taoísmo sexual:
Agarra suavemente los testículos y estira la piel del escroto hacia abajo, con delicadeza.
Usa la lengua. Lame como si estuvieras probando un helado carísimo.
Pasa la lengua desde el rafe medio (la línea que separa los testículos) hasta el perineo.
Con los pulgares haz círculos suaves en el perineo.
Con el resto de los dedos, masajea ingles y zona baja del abdomen.
Mete la cabeza entre las piernas y vuelve al perineo. Lame despacio.
🔥 Técnica 2: Teabagging
Sí, como la bolsita de té.
Succiona un testículo delicadamente.
Haz círculos con la lengua mientras está en tu boca.
Con una mano, acaricia el otro testículo.
Cambia de lado cada 4 succiones suaves.
Si tienes práctica, mete los dos en la boca (con cuidado) y usa las manos en el rafe medio.
Nivel pro: Teabagging a cuatro (cuando haya más de dos manos en juego 😈)
El perineo: el botón secreto
Entre los testículos y el ano hay una franja olvidada. El perineo. Y, amiga, es una mina de oro erótica. Tocar esta zona puede provocar una mezcla increíble de: cosquilleo, excitación profunda y deseo animal.
¿Por qué? Porque el perineo conecta con la próstata, aunque sea por dentro. Pero desde fuera ya se puede hacer maravillas. El perineo es como el botón secreto de PlayStation del placer: Nadie te enseña dónde está, pero cuando lo encuentras, cambia el juego.
Cómo tocar el perineo (sin miedo)
Usa los pulgares o nudillos, con movimientos circulares
Aplícalo en seco o con lubricante
Puedes presionar suavemente mientras succionas el pene o acaricias el cuerpo
También puedes lamer la zona entre los testículos y el ano con ritmo suave
¿Un vibrador? Sí. Uno pequeño, tipo bullet o un masajeador de perineo curvo
⚠️ Importante: nunca fuerces. Esta zona necesita confianza y entrega.
Romper la rutina: sexo sin checklist. Excitar a tu pareja no es una checklist de cosas que hacer antes de meterla. Es un estado, una disposición del cuerpo y del deseo.
No hace falta empezar siempre igual, ir del cuello a los pezones, luego a la mano, luego a la cama, hacer “lo que toca” porque “toca”
Sí hace falta; Escuchar el cuerpo, Jugar sin mapa, dejarse sorprender y ver qué pasa cuando tocas una parte que nunca habías tocado
4 productos eróticos para triunfar
Juegos eróticos sin penetración

Algunas ideas para que el foco no sea solo la polla:
Masaje a ciegas con aceites o plumas
Reto de caricias lentas: 5 minutos en cada zona
Usar un vibrador entre los dos cuerpos, sin penetrar
Masaje del perineo durante una felación
Dibujar con la lengua en el escroto o las ingles
El verdadero poder de excitar a tu pareja
No está en saber “hacerlo bien”. Ni en repetir lo que viste en porno. Ni en “tocar los huevos” como quien marca una casilla. El poder está en explorar, escuchar, jugar, encender. En mirar con deseo, en lamer con intención, en darle valor a lo que no tiene guión. Excitar a tu pareja no es una técnica. Es una revolución del cuerpo. Y empieza con lo que siempre ignoraste: los huevos y el perineo.
¿quieres más?
Puedes escucha mi programa de radio en Onda vasca o Spotify, donde hablamos de esto y más técnicas para revolucionar el placer masculino.
Y recuerda:
No hay preliminares cuando todo el cuerpo es placer.